El champiñón blanco o común también es conocido como champiñón de París, puesto que se empezó a cultivar en esta ciudad durante el siglo XVIII. En la actualidad es uno de los hongos más consumidos, ya que puede adquirirse durante todo el año y se cocina de forma sencilla. El champiñón posee un sombrero redondo en la parte superior y una especie de tallo plano y cilíndrico. Los champiñones pueden tomarse crudos en ensalada, cortados en finas láminas y rociados con zumo de limón o con unas gotas de vinagre para evitar que ennegrezcan. También pueden saltearse, guisarse e incluirse en sopas y cremas. A la hora de cocerlos hay que evitar los recipientes de aluminio, pues podrían oxidarse.

Contiene sustancias antivirales, y otras que contribuyen a la prevención del cáncer. Es un hongo rico en vitamina B y fósforo. Previene la artritis. Es ideal en dietas de control de peso, pues aporta muy pocas calorías y está compuesto básicamente por agua.

ECO / Origen: Ciudad Real.